Su baja conductividad térmica y su alta resistencia a la difusión de vapor de agua aseguran una mayor durabilidad y un mejor rendimiento de su instalación. Esta combinación única mantiene sus prestaciones y permite un ahorro energético importante a lo largo de la vida útil de este sistema de aislamiento térmico.
Espuma de aluminio estabilizada que proviene de una matriz de metal compuesta (aleación de aluminio cargada) con partículas de cerámica que, una vez derretido, se vierte en un molde donde un flujo de gas permite la formación de la espuma; esto se recoge en la superficie, encima del masa de metal fundido, y de aquí se elimina en la forma de sábanas. El tamaño de las celdas y la densidad de la espuma se controla variando los parámetros del flujo de gas.