Albura de color crema amarillenta o rosada, con transición gradual al duramen de color castaño rojizo pálido, oscureciendo ligeramente bajo exposición. Anillos de crecimiento indistintos. Veteado poco acentuado. Textura gruesa, superficie con líneas vasculares prominentes. Madera verde con olor muy desagradable y seca sin olor o sabor característico.
Trabajabilidad.
Madera de peso mediano, fácil de trabajar manualmente y con maquinaria. El cepillo y el moldurado pueden producir superficies algo lanosas, por lo tanto es necesario utilizar herramientas muy bien afiladas. Ofrece un buen acabado después sellada la superficie y se pega fácilmente. Acepta y retiene bien los tornillos; sin embargo, con el uso de clavos la madera tiende a rajarse fácilmente.
Secado.
La madera se seca rápidamente al aire libre, si se tiene un estivado correcto y bajo techo. Presenta poco riesgo de agrietarse y deformarse. Para el secado técnico se recomienda programas moderadamente rápidos con una temperatura inicial máxima de 70 °C y un control cuidadoso de los parámetros del proceso.
Durabilidad natural.
Madera moderadamente resistente al ataque de hongos e insectos. Para usos exteriores requiere un tratamiento de preservación para su mayor duración.
Distribución geográfica.
América del Sur, región Amazonas desde Brasil, Ecuador hasta Perú.