Al ser una madera blanda, el mobiliario o suelos de este material se consideran poco resistentes. Sin embargo, este material natural es imprescindible en estructuras o colocarse bajo el parqué (rastreles). La madera es un material que se expande y contrae según las condiciones de temperatura y humedad. Por eso existe el riesgo de que se rompa.
También hay que tener en cuenta que uno de los defectos más comunes en estas maderas son los nudos, principales responsables de que la madera se agriete o se deforme, por lo que en ocasiones puede ser aconsejable eliminarlos y unir varios trozos que no tengan estas formaciones.
Por otro lado, tienen mayor sensibilidad a los hongos y a otros insectos xilófagos. Para solucionar este problema se requieren tratamientos que resultan efectivos y permiten su uso en ambientes de exterior. No obstante, no se recomienda usar madera de pino si va a estar expuesto de manera continua y directa a la intemperie, antes debería tratarse con un producto protector.