La albura es amarilla y se va transformando a marrón oscuro hasta llegar al duramen. Su grano es recto a entrecruzado y muy bello, su brillo es mediano y veteado en arcos superpuestos.
La madera del samán es muy durable, ya que cuenta con una durabilidad natural muy alta que la protege contra los agentes biológicos, tales como insectos y hongos, además es muy resiste frente a las inclemencias del clima. Es considerada igual de durable que la teca.
Una característica muy positiva es su secado, ya que este puede ser realizado al aire libre y no presenta graves problemas.
Otro aspecto para resaltar de la madera del samán es que es fácil trabajarla, tanto manualmente como con maquinaria, además se deja encolar y barnizar óptimamente. Por otro lado no se recomienda taladrarla ni tornearla. Para finalizar, ofrece un excelente acabado.